miércoles, 26 de diciembre de 2007

La Baraja Bendita.

La Baraja Bendita.
Autor Anónimo.
LLevaron a un prisionero
ante el jefe del penal,
que de insano sacrilegio,
lo delato un oficial.
Se le acusa, dijo el jefe,
que en la iglesia, ayer temprano,
un guardia lo sorprendió con la baraja en la mano.
Y el jugar en una iglesia,
lugar que es santo y sagrado,
es un grave sacrilegio,
que debe ser castigado.
Antes de ser sentenciado,
¿qué alega usted en su defensa para
justificar tan grave y horrible ofensa?
Pronto, la voz del preso comenzó así a declarar:
En los años que llevo en este penal
no he recibido visitas ni correspondencia alguna.
Sin amigos, sin familia ni recursos,
sin una voz piadosa que calmara
la soledad de mi largo cautiverio
sólo ansiaba una Biblia.
Una Biblia que costaba dinero que yo no tenía.
Mis compañeros, tenían en cambio,
barajas donde dilapidaban el poco
dinero que recibían de sus familiares.
Un día, cayó en mis manos una baraja,
que me regaló un recluso
que grave fue enviado al hospital.
Y desde entonces se posesionó
de mí el pensamiento de hacer
de cada carta de aquella baraja,
un pasaje de la Biblia,
y convertir la baraja malévola y viciosa,
en ruta salvadora que condujera
mi alma por el camino del bien.
Por eso, en la iglesia, en mi celda y en todo lugar,
abría mi baraja bendita para estar cerca del cielo
y así apartarme de la triste odisea de mi destino.
Al sorprenderme ayer el guardia en la iglesia,
con la baraja en el piso y arrodillado,
jamás pudo concebir mi propósito.
El veía en la baraja el vicio, el pecado.
Yo veía lo siguiente:
En el As, un sólo Dios Verdadero.
El dos, la Santa Biblia se divide en dos:
El Viejo y Nuevo Testamento.
En el tres: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El cuatro me recuerda a los Evangelistas:
Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
El cinco: Las Cinco Vírgenes.
El seis, los días que tardó el Señor
para hacer el Cielo y la Tierra.
El siete, que fue el séptimo día en que
descansó después de hacer el mundo.
El ocho, me habla de las personas
que se salvaron en el Arca de Noé:
Noé, su esposa, sus tres hijos
y sus respectivas esposas.
El nueve: el pasaje de los nueve leprosos.
El diez, Los Diez Mandamientos de la Ley de Dios.
La sota: Símbolo de Lucifer,
en sus distintos aspectos del mal,
del placer, el vicio y la corrupción.
El caballo: el arcángel San Miguel,
con su espada en la mano,
victorioso en su batalla contra del mal.
El rey me recuerda que sólo existe uno,
allá en el alto del cielo, Rey Todopoderoso.
La baraja tiene cincuenta y dos cartas,
como cincuenta y dos semanas tiene el año.
Los puntos de la baraja suman
trescientos sesenta y cinco,
como trescientos sesenta y cinco días tiene un año.
Las cuatro clasificaciones que tiene la baraja:
oros, copas, espadas y bastos,
significan las estaciones del año:
la primavera, verano, otoño e invierno.
Las doce figuras de la baraja
me hablan de los doce meses del año.
Como verá usted, cada carta de la baraja,
un pasaje de la biblia lleva escrito.
Y por eso la conservo como baraja bendita.
Con esto, dijo el preso, termino mi confesión.
Condenadme, si os lo dicta vuestro justo corazón.
El jefe, de la historia conmovido,
exclamó con emoción:
¡Hijo mío! Eres perdonado.

Comenten!

Pues veo que casi nadie está publicando sus comentarios y sugerencias, eso me pone triste...
Por favor, dejen sus comentarias; me interesa saber qué piensan del blog.
También quiero que pongan cuál poema les gusto más y por qué.

Chao y besos...

La Niña de Guatemala.

la Niña de Guatemala
José Martí


Quiero, a la sombra de un ala,
Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
La que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos,
Y las orlas de reseda
Y de jazmín: la enterramos
En una caja de seda.

...Ella dio al desmemoriado
Una almohadilla de olor:
El volvió, volvió casado:
Ella se murió de amor.

Iban cargándola en andas
Obispos y embajadores:
Detrás iba el pueblo en tandas,
Todo cargado de flores.

...Ella, por volverlo a ver,
Salió a verlo al mirador:
El volvió con su mujer:
Ella se murió de amor.

Como de bronce candente
Al beso de despedida
Era su frente ¡la frente
Que más he amado en mi vida!

...Se entró de tarde en el río,
La sacó muerta el doctor:
Dicen que murió de frío:
Yo sé que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,
La pusieron en dos bancos:
Besé su mano afilada,
Besé sus zapatos blancos.

Callado, al oscurecer,
Me llamó el enterrador:
¡Nunca más he vuelto a ver
A la que murió de amor!

martes, 25 de diciembre de 2007

Poemas

Aquí dejo unos de los poemas que más me han conmovido.
Espero que les guste.

Hera.

El Seminarista de los Ojos Negros.

El Seminarista de los Ojos negros.
Miguel Ramos Carrión
Desde la ventana de un casucho viejo
abierta en verano, cerrada en invierno
por vidrios verdosos y plomos espesos,
una salmantina de rubio cabello
y ojos que parecen pedazos de cielo,
mientas la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.

Baja la cabeza, sin erguir el cuerpo,
marchan en dos filas pausados y austeros,
sin más nota alegre sobre el traje negro
que la beca roja que ciñe su cuello,
y que por la espalda casi roza el suelo.

Un seminarista, entre todos ellos,
marcha siempre erguido, con aire resuelto.
La negra sotana dibuja su cuerpo
gallardo y airoso, flexible y esbelto.
Él, solo a hurtadillas y con el recelo
de que sus miradas observen los clérigos,
desde que en la calle vislumbra a lo lejos
a la salmantina de rubio cabello
la mira muy fijo, con mirar intenso.
Y siempre que pasa le deja el recuerdo
de aquella mirada de sus ojos negros.
Monótono y tardo va pasando el tiempo
y muere el estío y el otoño luego,
y vienen las tardes plomizas de invierno.

Desde la ventana del casucho viejo
siempre sola y triste; rezando y cosiendo
una salmantina de rubio cabello
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.

Pero no ve a todos: ve solo a uno de ellos,
su seminarista de los ojos negros;
cada vez que pasa gallardo y esbelto,
observa la niña que pide aquel cuerpo marciales arreos.

Cuando en ella fija sus ojos abiertos
con vivas y audaces miradas de fuego,
parece decirla: —¡Te quiero!, ¡te quiero!,
¡Yo no he de ser cura, yo no puedo serlo!
¡Si yo no soy tuyo, me muero, me muero!
A la niña entonces se le oprime el pecho,
la labor suspende y olvida los rezos,
y ya vive sólo en su pensamiento
el seminarista de los ojos negros.

En una lluviosa mañana de inverno
la niña que alegre saltaba del lecho,
oyó tristes cánticos y fúnebres rezos;
por la angosta calle pasaba un entierro.

Un seminarista sin duda era el muerto;
pues, cuatro, llevaban en hombros el féretro,
con la beca roja por cima cubierto,
y sobre la beca, el bonete negro.
Con sus voces roncas cantaban los clérigos
los seminaristas iban en silencio
siempre en dos filas hacia el cementerio
como por las tardes al ir de paseo.

La niña angustiada miraba el cortejo
los conoce a todos a fuerza de verlos...
tan sólo, tan sólo faltaba entre ellos...
el seminarista de los ojos negros.

Corriendo los años, pasó mucho tiempo...
y allá en la ventana del casucho viejo,
una pobre anciana de blancos cabellos,
con la tez rugosa y encorvado el cuerpo,
mientras la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.

La labor suspende, los mira, y al verlos
sus ojos azules ya tristes y muertos
vierten silenciosas lágrimas de hielo.

Sola, vieja y triste, aún guarda el recuerdo
del seminarista de los ojos negros...

martes, 18 de diciembre de 2007

Bienvenidos!!

Hola!

Pues, he preferido llamarme Hera, diosa del Olimpo y todos los dioses, esposa de Zeus en la Mitología Griega.
Una de mis aficiones es escribir, la comunicación tiene un papel super importante en mi vida, desde leer libros, escribir por ocio y las conversaciones telefónicas que tanto adoro tener con mis amigos, ¡uffffffffff! son como para no terminar nunca. Adoro esto. Adoro cada minuto en que tengo la oportunidad de estar leyendo algo. Me encanta hablar con personas que saben cómo llevar una buena conversación, no hay nada más placentero...¡jajaja!. Pero no sólo estos tipos de comunicación hay, pues la tv, el chat, la radio (muy poco oigo), me gustan.
Hace años, en mis vacaciones de verano me acostumbre a dormirme a las 2 ó 3 de la mañana y hasta que llegaba esa hora me gustaba sintonizar una estación de radio de música pop y otros géneros porque había música muy buena y en especial, me encantaba la forma en que el locutor hablaba , me encantó,su voz tenía muchos encantos, ¡jaja!, será por eso...
Y muchas veces llamé a la emisora para saludarlo y pedirle consejos, porque también se dedicaba a orientar y para esos tiempos, pues yo tenía algunos problemas. Fue una rutina nocturna especial.
También recuerdo que en esos días el clima cambió mucho en mi ciudad, lo que hace que cambien muchas cosas.
Tal vez estas palabras no tengan nada que ver con el tema de este blog, pero fueron días que acaban de llegar a mi memoria....
Espero que la persona que visite el blog, le guste,lo siga visitando y deje sus comentarios yla dirección de su blog. Un beso y abrazo inmensos.
Hera.